Texto Ganador en Prosa:
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Casi he descifrado su código, “ya voy “ equivale a tres cuartos de hora; “estoy llegando”, media, y “¡que ya voy...!”, un cuarto de hora; con la misma ilógica programa el despertador a las cinco de la mañana, cinco y cuarto, además de cinco y media... para levantarse a las seis a estudiar; así amanecemos todos con sueño, declinando en latín, Maggie desde la terraza asomándose a la ventana de su habitación, estoy convencida que ladra en griego...
Rihanna, puntual, suena de fondo.
- ¿Desayunaste?
+ Llego tarde.
- ¿De qué es el examen hoy?
+ ¡No llego, luego te cuento!
- ¡¡Suerte!!
Sale corriendo...
El maratón terminará en unos días, graduación, selectividad... No estoy preparada, me alegro, pero no quiero... adaptarme al nuevo aire, asumir, tengo que comprarle una maleta... Quiero regalarle algo especial, quizás con sus amigos, una fiesta... no todos los días se cumplen dieciocho, y se estrena maleta.
Me dejo caer sobre su cama, apartando el portátil (ahí sigue Rihanna), carpetas, un peine, el cargador, la camiseta del revés... echaré de menos incluso esta rutina.
Soñar con, por, para ella no es bastante... ahora me toca soltar mis globos, ¿lo tengo asumido? Me faltará tiempo para llorar; me quedo a medias en latín, y me confieso fan de Rihanna. Mientras, ella se comprará su castillo de sueños a estrenar, con plaza de libertad , torretas de amistad con vistas a compartir, escaleras de experiencias con peldaños de algodón, y un gran puente de colores desde casa, a donde quiera que esté...
¡Ya sé qué le voy a regalar!, los necesitará, ¡globos!, globos de colores, resistentes; globos para inflar sueños, garantías para soñar vida... aire gratis, al menos de momento, no hay disculpa para no intentarlo, soplar globos... me sentaré a disfrutar cómo los infla, suben, vuelan...
Mi princesa firma hipoteca, su primer castillo...
Rihanna se ha callado.
- Tú no debes preocuparte, irás con ella... que no se acueste muy tarde, que sople con cuidado, pero sin miedo, que desayune, que cruce el puente, que me llame, y paciencia si sopla viento; cuídamela Rihanna, cuento contigo, sabré agradecértelo...
Matilde Díaz
Textos Ganadores en Verso:
(21 puntos)
GINEBRA BLONDE
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Y supongo…
Que son cual frágiles mariposas de papel…
Nubes de algodón entre vientos y tempestades…
Gotas que se filtran entre rendijas
En tiempos difíciles, de creer…
Y supongo que son cuentos olvidados…
Aquellos que quedaron pululando
En algún rincón de nuestro cuarto…
Supongo que sólo son sueños
Tesoros enmarcados
Con cada latido de nuestro corazón…
Pero quizá, es el secreto mejor guardado
Aquel que nos ayuda a respirar
Y alumbra la oscuridad…
Quizá no es cuestión de modelarlos
De intentar convertirlos en realidad
Sino, de quererlos como son…
Mágicos y etéreos
Hermosos castillos levantados
Sin más pretensión que sentir
Y volar…
Y supongo…
Que nuestros pies no están preparados
Para despegar…
Ni nuestras espaldas capaces de soportar
Dos blancas alas…
Pero…
¿Y si cerramos los ojos?...
Entonces…
No necesitaremos alas ni zapatos
Sólo coger aire, y dejarse llevar…
Porque…
Los sueños, sueños son
Pero sin ellos
Nos falta razón…
Que son cual frágiles mariposas de papel…
Nubes de algodón entre vientos y tempestades…
Gotas que se filtran entre rendijas
En tiempos difíciles, de creer…
Y supongo que son cuentos olvidados…
Aquellos que quedaron pululando
En algún rincón de nuestro cuarto…
Supongo que sólo son sueños
Tesoros enmarcados
Con cada latido de nuestro corazón…
Pero quizá, es el secreto mejor guardado
Aquel que nos ayuda a respirar
Y alumbra la oscuridad…
Quizá no es cuestión de modelarlos
De intentar convertirlos en realidad
Sino, de quererlos como son…
Mágicos y etéreos
Hermosos castillos levantados
Sin más pretensión que sentir
Y volar…
Y supongo…
Que nuestros pies no están preparados
Para despegar…
Ni nuestras espaldas capaces de soportar
Dos blancas alas…
Pero…
¿Y si cerramos los ojos?...
Entonces…
No necesitaremos alas ni zapatos
Sólo coger aire, y dejarse llevar…
Porque…
Los sueños, sueños son
Pero sin ellos
Nos falta razón…
Ginebra Blonde
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Sueña que nos encontramos,
allá en el séptimo cielo,
aquel donde tu sonrisa
acaricia mis deseos,
y mis sueños se levantan,
por primera vez sin sueño.
No necesito castillos,
ni yo quiero ser princesa,
pero siendo caprichosa...
te nombré mi caballero,
conquistarme soñándome,
tal y como yo te sueño.
No hay coronas ni reinados,
no hay batallas ni trofeos,
solo tu soplo de viento,
un te amo hasta la luna,
un contigo yo soy siempre...
y un contigo es lo que quiero.
Me convertí en fortaleza,
desafiando mis miedos,
yo quiero parar el tiempo,
soñando nuestros secretos,
un deseo, que mi deseo...
siga siendo el tuyo.
Meciéndose la locura,
en las nubes de lo nuestro,
tatuando tu aire mi alma
allá en mi séptimo cielo,
no me conformo con menos,
suéñame... como yo te sueño.
Matilde Díaz
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